Esta entrada intenta ser un acercamiento al tema de
la Orientación Educativa, la tutoría o la Intervención psicopedagógica. En un
primer momento se tratará de la definición de la Orientación Educativa desde la
perspectiva histórica y la pragmática; para después conceptualizar la
disciplina a partir de 3 elementos: 1) el rol del psicólogo en la escuela, 2) los
propósitos específicos y 3) las funciones de la Orientación Educativa mediante
un modelo denominado “el cubo de las 36 caras”
Se comenzará afirmando que la Orientación Educativa
es una dimensión de la educación y debido a que ésta supone un concepto más
amplio que la mera instrucción basada en el aprendizaje y el desarrollo
cognitivo, la Orientación Educativa ocupará un lugar privilegio al momento de
intentar alcanzar los propósitos de la educación integral.
Desde
una perspectiva histórica, el surgimiento del perfil profesional de orientador
u orientadora está asociado a la democratización del sistema educativo y a la
preocupación por dar cabida en éste a la población más desfavorecida.
En América la Orientación surgió a principios del siglo XX y sus principales precursores
fueron: Parsons, “padre” de la Orientación Vocacional; Davis, que introdujo el
primer programa de orientación en la escuela; y Kelly, que utilizó por primera
vez el adjetivo educativo referido a la orientación. Sin embargo en México
hasta 1989 es considerada obligatoria en las escuelas y se empieza a poner
énfasis en la profesionalización del trabajo del orientador (Vargas, 2013).
Desde
una perspectiva pragmática, a fin de responder a la pregunta de ¿Qué es la
Orientación Educativa? Grañeras y Parra (2009) hacen una revisión del concepto
de orientación educativa y rescatan elementos comunes:
-
Consideración de la orientación como una ciencia de la intervención psicopedagógica
que tiene distintas fuentes disciplinares
- La
conciben como un proceso de ayuda que debe llegar a todas las personas y que no
se encuentra limitado a espacio ni en el tiempo.
-
Tiene una finalidad común: el desarrollo personal, social y profesional del individuo
en su contexto
- La
orientación es un proceso que se desarrolla dentro y junto con el propio proceso
educativo, profesional y vital del sujeto, y no como una intervención aislada
- La
orientación no es trabajo sólo del orientador, sino que la totalidad de agentes
educativos y sociales deben de estar implicados
-
Predomina un modelo sistémico de intervención psicopedagógica, es decir, la intervención
por programas comprensivos e integrados en el currículo
-
Los principios de prevención, desarrollo e intervención social son los que caracterizan
al proceso de orientación
Rol del psicólogo en la escuela
Durante
los últimos años se ha experimentado un cambio importante en la forma de concebir
la Orientación Educativa. Se ha ido perdiendo el carácter terapéutico correctivo
a favor de una postura en la que la acción orientadora se concibe como una respuesta
más amplia, que tiene en cuenta los nuevos cambios sociales, culturales y económicos
y, por tanto, los nuevos protagonistas y los nuevos escenarios en los que debe
intervenir. Siguiendo esta línea, se expone la descripción realizada por Hervás
Avilés (2006), en la que hace una revisión de los principios que
tradicionalmente se han propuesto en la Orientación psicopedagógica: principio
de prevención, principio de desarrollo, principio de intervención social y
principio de fortalecimiento personal.
1) Prevención
Este principio está basado en la necesidad de
preparar a las personas para la superación de las diferentes crisis de
desarrollo. Su objetivo es promocionar conductas saludables y competencias
personales, como las relacionadas con la inteligencia interpersonal y la
intrapersonal, con el fin de evitar la aparición de problemas. Hervás Avilés (2006) menciona que “Desde esta
perspectiva, la orientación adquiere un carácter proactivo que se anticipa a la
aparición de todo aquello que suponga un obstáculo al desarrollo de la persona
y le impida superar crisis implícitas en el mismo. Igualmente se considera que
el entorno, la comunidad y su acción va más allá del contexto escolar”
2) Desarrollo
En el marco de este principio, la intervención
supone un proceso mediante el que se acompaña al individuo durante su
desarrollo, con la finalidad de lograr el máximo crecimiento de sus
potencialidades. Desde el punto de vista madurativo se entiende el desarrollo
como un proceso de crecimiento personal que lleva al sujeto a convertirse en un
ser cada vez más complejo. Esta complejidad se va formando a través de sucesivos
cambios cualitativos, que favorecen una interpretación del mundo cada vez más
comprensiva y la integración de experiencias cada vez más amplias y complejas.
3) Intervención social
El principio de intervención social se enfoca
desde una perspectiva holístico-sistémica de la orientación, según la cual, se
deben incluir en toda intervención orientadora las condiciones ambientales y
contextuales del individuo, ya que estas condiciones influyen en su toma de
decisiones y en su desarrollo personal. Se considera el contexto como un
elemento de referencia imprescindible de la acción orientadora.
4) Fortalecimiento personal
Este principio se enfoca en el proceso mediante
el cual las personas, las organizaciones o las comunidades adquieren un dominio
sobre los asuntos de interés que le son propios. Mediante el empoderamiento las personas, las organizaciones o los grupos
que no tienen fortaleza, que no se sienten competentes o que se encuentran
marginados, llegan a conocer las dinámicas de poder que actúan en su contexto
vital, desarrollan las habilidades y capacidades para tomar el control de sus
propias vidas sin interferir en los derechos de otras personas, y apoyan y
refuerzan el fortalecimiento personal de los demás componentes de su grupo o
comunidad.
Propósitos de la OE
Los objetivos principales de la orientación
educativa son:
- Propiciar el conocimiento de las
características propias del alumnado, asumiendo que cada alumno es único
- Realizar un seguimiento personalizado del
alumnado con un enfoque preventivo que evite, dentro de lo posible, la
aparición de disfunciones y desajustes.
- Adecuar las programaciones, la enseñanza y la
evaluación a la diversidad del alumnado.
- Potenciar la coordinación de los profesores
que imparten enseñanza a un mismo grupo de alumnos o a un alumno en particular,
con el fin de unificar criterios y pautas de acción.
- Implicar a las familias en la educación de
los alumnos para unificar criterios y pautas educativas que redunden en una
mayor coherencia entre escuela-familia.
- Coordinar recursos para atender a las
necesidades del alumnado buscando la complementariedad de perspectivas de los
distintos profesionales que intervengan.
- Atender a los alumnos que presenten
necesidades educativas especiales buscando la optimización de los recursos y la
máxima integración del alumnado.
- Favorecer el paso de los alumnos de un ciclo
a otro y de una etapa educativa a la siguiente.
- Mediar en situaciones de conflicto entre el
alumnado, o con el profesorado o la familia, buscando siempre una salida airosa
al mismo.
Funciones de la OE
Para delimitar las funciones de la Orientación
educativa Morril,Oetting y Hurst (1974) (citado en Grañeras y Parra, 2009)
elaboraron un modelo de conceptualización denominado “El cubo de las 36 caras”.
En este modelo describen posibles situaciones de intervención orientadora:
Modelo de Morril (1974) |
a) Los destinatarios de la intervención
orientadora
Tradicionalmente el destinatario de la
orientación ha sido el individuo, aunque la intervención se ha circunscrito al
ámbito escolar. No obstante, la concepción moderna de la orientación
(preventiva, orientada al desarrollo y de enfoque ecológico-sistémico) señala
la importancia de intervenir en diferentes contextos sociales en los que el individuo
se desenvuelve. En este sentido, es necesario intervenir en los grupos primarios
(como la familia, la pareja o los círculos íntimos), en el grupo asociativo (como
la clase, el grupo de amigos, los clubes y asociaciones de alumnos y alumnas o de
padres y madres, o el Claustro) y, finalmente, en el marco institucional o comunitario
(el centro educativo en sí, la entidad titular del centro, la empresa, el
barrio o la ciudad)
b) El propósito o finalidad de la intervención
La finalidad de la intervención debe ser
triple: terapéutica (intervención en las dificultades en la relación
interpersonal y social, desde una perspectiva remedial o correctiva),
preventiva (intervención con objeto de evitar problemas futuros) y de desarrollo
(intervención para optimizar el crecimiento personal en todos los aspectos).
La intervención psicopedagógica debería ser
proactiva, es decir, tener una finalidad preventiva y de desarrollo, y no sólo
reactiva o terapéutica.
c) El método de intervención
Pueden considerarse tres tipos de intervención:
directa, indirecta (consulta y formación) y utilización de métodos
tecnológicos. La intervención directa ha sido la metodología más utilizada por
la orientación tradicional, quizá por ello es la más demandada por la familia y
cierto tipo de profesorado. No obstante, tiene algunos inconvenientes, pues
impide que la orientación llegue a todos los sujetos, sólo permite llevar a
cabo algunas de las funciones de la orientación y apenas tiene en cuenta al resto
de los agentes (profesores y tutores esencialmente). La intervención indirecta
del orientador, llevada a cabo a través de procesos de consulta y formación,
puede suplir alguna de estas deficiencias, ya que la acción orientadora llega
también al alumnado, pero esta vez a través de los profesores, tutores y padres
y madres debidamente asesorados y/o formados por el especialista en Orientación
educativa.
Por último, otro método de intervención es
aquél que se apoya en el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación (la informática, el vídeo, la televisión, las redes telemáticas,
etc.). Estos medios permiten mejorar y extender la influencia de la
Orientación.
Conclusiones
Hasta aquí se ha conceptualizado la Orientación Educativa tratando de contestar a las preguntas de ¿Qué es?, ¿Qué principios la rigen? y ¿Cuáles son los propósitos y funciones del orientador educativo?. Se concluye haciendo énfasis en la idea de que responder a estas cuestiones representa una de las primeras tareas del psicólogo en el área escolar ya que le permitirán posicionarse en el terreno de la educación y delimitar su margen de actuación en la escuela.
Bibliografía
Departamento de
Educación y Cultura del Gobierno de Navarra (2001) La orientación educativa en
la educación infantil y primaria. Fondo de publicaciones del Gobierno de
Navarra.
Grañeras, Montserrat y
Parras, A. Orientación educativa: fundamentos teóricos, modelos institucionales
y nuevas perspectivas. CIDE. Madrid
Hervás Avilés, R.Mª
(2006). Orientación e intervención psicopedagógica y procesos de cambio.
Granada: Grupo Editorial Universitario.
Mora, Juan Antonio
(1998). Acción tutorial y orientación
educativa. Narcea. Madrid
Vargas, Héctor Magaña
(2013). El discurso de la
orientación educativa en México: la historia de los primeros años del
siglo XX. Rev. Mex. Orient. Educ., 2013, vol.10, no.25,
p.2-13. ISSN 1665-7527
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