“Educar la mente sin educar el corazón no
es educar en absoluto”
Anónimo
El
desarrollo de las capacidades y las competencias emocionales son un aspecto
esencial para el crecimiento y desarrollo humano. Las emociones son necesarias
para la vida, ya que nos informan sobre algún aspecto de nosotros mismos y de
nuestro entorno: el miedo ayuda a
prepararse y a protegerse; la tristeza acompaña los duelos y la alegría nos
dinamiza; la ira define nuestros límites, nuestros derechos, nuestro espacio y nuestra integridad, ; el amor nos vuelve a
vincular al prójimo.
La
educación emocional es un “proceso educativo, continuo y permanente, que
pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento
esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la
finalidad de aumentar el bienestar personal y social” (Bisquerra, 2000).
El
objetivo principal de la educación emocional en el preescolar es el desarrollo
de las capacidades emocionales, entendidas como el desarrollo emocional que
presenta el niño para construir conocimientos, habilidades y actitudes que le
ayuden a ir tomando conciencia de sus emociones, aprender a expresarlas y
regularlas con la ayuda del adulto
Las
capacidades emocionales se pueden estructuran en cinco bloques: conciencia
emocional, regulación emocional, autonomía personal, habilidades sociales y habilidades
para la vida y el bienestar (Bisquerra y Pérez, 2007). Gráficamente, se puede
representar mediante la flor de las capacidades emocionales (Figura 1)
La
tabla siguiente describe cada una de las capacidades:
Capacidad |
Descripción |
Indicadores |
La conciencia
emocional |
Capacidad para tomar
conciencia de las propias emociones y de las emociones de los demás,
incluyendo la habilidad para captar el clima emocional de un contexto
determinado. |
Tomar
de conciencia de las propias emociones, dar nombre a las emociones,
comprender las emociones de los demás y tomar conciencia de la interacción
entre emoción, cognición y comportamiento. |
La regulación
emocional |
Capacidad para
manejar las emociones de forma apropiada. Supone tomar conciencia de la
relación entre emoción, cognición y comportamiento; tener buenas estrategias
de afrontamiento; capacidad para autogenerarse emociones positivas, etc. |
Expresión
emocional apropiada, regulación de la impulsividad, tolerancia a la
frustración, perseverar en el logro de los objetivos, Habilidades de
afrontamiento, Capacidad para autogenerar emociones positivas. |
La autonomía
emocional |
incluye
la autoestima, actitud positiva ante la vida, responsabilidad, capacidad para
analizar críticamente las normas sociales, capacidad para buscar ayuda y
recursos, así como la autoeficacia emocional. |
Autoestima,
automotivación, autoeficacia emocional, responsabilidad, actitud positiva,
resiliencia |
Las habilidades
sociales |
Son un conjunto de
capacidades para mantener buenas relaciones con otras personas. |
Incluye
la capacidad de dominar las habilidades sociales básicas, Compartir
emociones, Comportamiento pro-social y cooperación, Prevención y solución de
conflictos |
Las habilidades para
la vida y el bienestar |
Son
las capacidades para adoptar comportamientos apropiados y responsables para
afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida, ya sean
personales, profesionales, familiares, sociales, de tiempo libre, etc. |
Fijar objetivos
adaptativos, Buscar ayuda y recursos, toma de decisiones, Bienestar emocional,
fluir. |
La educación emocional debe ponerse en práctica tanto en la escuela como en la familia. Para trabajarla en casa, se sugieren varias estrategias:
- Se un referente y modelo para el niño, desarrolla competencias
emocionales para que el niño pueda imitarlas e integrarlas en sus esquemas de
desarrollo.
- Favorece un estado emocional positivo si existe un tono de
voz suave, unos gestos alegres y simpáticos, unas caricias, etc.
- Construye un estilo de apego seguro, para que el niño
confié en ti, como su cuidador
- La música, y su variedad de estilos, fomenta el despertar
de emociones y fluir en ellas. Los títeres facilitan buenas dinámicas y se
crean vínculos emocionales con ellos. Los cuentos permiten que los niños se
identifiquen con sus personajes y con sus sentimientos, generan vínculos
emocionales y es un buen recurso para que canalicen sus emociones. El juego
facilita la interacción y la expresión libre de los sentimientos y emociones.
Úsalos como medio de comunicación con el niño.
- Permite expresar, sin prohibiciones, las emociones que
sientan los niños. Por ejemplo, tanto si es niño como niña tienen derecho a
expresar su tristeza. Así pues, no tendría lugar decirle a un niño “no llores”,
pero sí: “si necesitas llorar, llora”.
- No elimines las emociones negativas, hay que vivir tanto
las emociones positivas como las negativas para un buen aprendizaje emocional.
Sentir miedo, angustia, culpa o vergüenza es tan importante como sentir
alegría, felicidad, amor o cariño; tanto unas como otras ofrecen un mensaje de
la persona.
- Reconoce sus emociones para poder reconocer las emociones
de los demás, y las del niño.
- Enseña al niño a expresar y a poner nombre a las emociones.
Un bebé no tiene palabras para decir las cosas.
- Es importante que cuando llore o se enfade, le permitas
hacerlo y le ayudes a ponerle nombre. Por ejemplo: “te sientes enfadado porque
no he jugado como tú querías”. Así como también dar mensajes como: “comprendo
que te sientas enfadado, y te sigo queriendo”.
- Contempla el lenguaje emocional a través del cuerpo y la
palabra
- Permite que el niño se equivoque y aprenda a ser más
autónomo emocionalmente.
- Prepara espacios para que el niño establezca relaciones
sociales sanas
- Favorece el aprendizaje y desarrollo de la empatía en el
niño. Por ejemplo:
“¿Cómo te sentirías tú si te quitaran el juguete?” (identificar emociones)
“Él se siente triste porque le has quitado el juguete” (reconocer al otro)
“No puedes quitarle
el juguete sin su permiso” (normas de
convivencia)
- Enseña al niño a decir lo que quiere, lo que siente, lo que
le gusta, lo que le disgusta... a expresarse sin tener que gritar, insultar o
pegar.
Hasta
aquí se ha hablado de la educación emocional en el preescolar, las diferentes
capacidades que la integran y algunos consejos para los adultos que acompañan
en esta formación de las emociones. Se concluye con una invitación de Vang
Gogh: “No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de
nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta”.
Referencias:
López Cassà, Èlia (2011) Educar las emociones en la
infancia (de 0 a 6 años). Reflexiones y propuestas prácticas. Wolters Kluwer
España, Madrid
Bisquerra, R. y Pérez Escoda, N. (2007). Las competencias
emocionales. Educación XXI.
Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones.
Madrid: Síntesis.