jueves, 20 de junio de 2024

Educación emocional en el preescolar

 


“Educar la mente sin educar el corazón no es educar en absoluto”

Anónimo

 

El desarrollo de las capacidades y las competencias emocionales son un aspecto esencial para el crecimiento y desarrollo humano. Las emociones son necesarias para la vida, ya que nos informan sobre algún aspecto de nosotros mismos y de nuestro entorno: el miedo ayuda a prepararse y a protegerse; la tristeza acompaña los duelos y la alegría nos dinamiza; la ira define nuestros límites, nuestros derechos, nuestro espacio y nuestra integridad, ; el amor nos vuelve a vincular al prójimo.

 

La educación emocional es un “proceso educativo, continuo y permanente, que pretende potenciar el desarrollo de las competencias emocionales como elemento esencial del desarrollo humano, con objeto de capacitarle para la vida y con la finalidad de aumentar el bienestar personal y social” (Bisquerra, 2000).

 

El objetivo principal de la educación emocional en el preescolar es el desarrollo de las capacidades emocionales, entendidas como el desarrollo emocional que presenta el niño para construir conocimientos, habilidades y actitudes que le ayuden a ir tomando conciencia de sus emociones, aprender a expresarlas y regularlas con la ayuda del adulto

 

Las capacidades emocionales se pueden estructuran en cinco bloques: conciencia emocional, regulación emocional, autonomía personal, habilidades sociales y habilidades para la vida y el bienestar (Bisquerra y Pérez, 2007). Gráficamente, se puede representar mediante la flor de las capacidades emocionales (Figura 1)






La tabla siguiente describe cada una de las capacidades:

 

Capacidad

Descripción

Indicadores

 

 

La conciencia emocional

Capacidad para tomar conciencia de las propias emociones y de las emociones de los demás, incluyendo la habilidad para captar el clima emocional de un contexto determinado.

Tomar de conciencia de las propias emociones, dar nombre a las emociones, comprender las emociones de los demás y tomar conciencia de la interacción entre emoción, cognición y comportamiento.

 

 

 

La regulación emocional

Capacidad para manejar las emociones de forma apropiada. Supone tomar conciencia de la relación entre emoción, cognición y comportamiento; tener buenas estrategias de afrontamiento; capacidad para autogenerarse emociones positivas, etc.

Expresión emocional apropiada, regulación de la impulsividad, tolerancia a la frustración, perseverar en el logro de los objetivos, Habilidades de afrontamiento, Capacidad para autogenerar emociones positivas.

 

 

 

La autonomía emocional

incluye la autoestima, actitud positiva ante la vida, responsabilidad, capacidad para analizar críticamente las normas sociales, capacidad para buscar ayuda y recursos, así como la autoeficacia emocional.

 

 

 

Autoestima, automotivación, autoeficacia emocional, responsabilidad, actitud positiva, resiliencia 

 

 

Las habilidades sociales

 

Son un conjunto de capacidades para mantener buenas relaciones con otras personas.

Incluye la capacidad de dominar las habilidades sociales básicas, Compartir emociones, Comportamiento pro-social y cooperación, Prevención y solución de conflictos

 

 

Las habilidades para la vida y el bienestar

Son las capacidades para adoptar comportamientos apropiados y responsables para afrontar satisfactoriamente los desafíos diarios de la vida, ya sean personales, profesionales, familiares, sociales, de tiempo libre, etc.

 

 

 

Fijar objetivos adaptativos, Buscar ayuda y recursos, toma de decisiones, Bienestar emocional, fluir.

 

La educación emocional debe ponerse en práctica tanto en la escuela como en la familia. Para trabajarla en casa, se sugieren varias estrategias:

 

-       Se un referente y modelo para el niño, desarrolla competencias emocionales para que el niño pueda imitarlas e integrarlas en sus esquemas de desarrollo.

-       Favorece un estado emocional positivo si existe un tono de voz suave, unos gestos alegres y simpáticos, unas caricias, etc.

-       Construye un estilo de apego seguro, para que el niño confié en ti, como su cuidador

-       La música, y su variedad de estilos, fomenta el despertar de emociones y fluir en ellas. Los títeres facilitan buenas dinámicas y se crean vínculos emocionales con ellos. Los cuentos permiten que los niños se identifiquen con sus personajes y con sus sentimientos, generan vínculos emocionales y es un buen recurso para que canalicen sus emociones. El juego facilita la interacción y la expresión libre de los sentimientos y emociones. Úsalos como medio de comunicación con el niño.

-       Permite expresar, sin prohibiciones, las emociones que sientan los niños. Por ejemplo, tanto si es niño como niña tienen derecho a expresar su tristeza. Así pues, no tendría lugar decirle a un niño “no llores”, pero sí: “si necesitas llorar, llora”.

-       No elimines las emociones negativas, hay que vivir tanto las emociones positivas como las negativas para un buen aprendizaje emocional. Sentir miedo, angustia, culpa o vergüenza es tan importante como sentir alegría, felicidad, amor o cariño; tanto unas como otras ofrecen un mensaje de la persona.

-       Reconoce sus emociones para poder reconocer las emociones de los demás, y las del niño.

-       Enseña al niño a expresar y a poner nombre a las emociones. Un bebé no tiene palabras para decir las cosas.

-       Es importante que cuando llore o se enfade, le permitas hacerlo y le ayudes a ponerle nombre. Por ejemplo: “te sientes enfadado porque no he jugado como tú querías”. Así como también dar mensajes como: “comprendo que te sientas enfadado, y te sigo queriendo”.

-       Contempla el lenguaje emocional a través del cuerpo y la palabra

-       Permite que el niño se equivoque y aprenda a ser más autónomo emocionalmente.

-       Prepara espacios para que el niño establezca relaciones sociales sanas

-       Favorece el aprendizaje y desarrollo de la empatía en el niño. Por ejemplo:

 

“¿Cómo te sentirías tú si te quitaran el juguete?” (identificar emociones)

“Él se siente triste porque le has quitado el juguete” (reconocer al otro)

 “No puedes quitarle el juguete sin su permiso” (normas de convivencia)

 

-       Enseña al niño a decir lo que quiere, lo que siente, lo que le gusta, lo que le disgusta... a expresarse sin tener que gritar, insultar o pegar.

 

Hasta aquí se ha hablado de la educación emocional en el preescolar, las diferentes capacidades que la integran y algunos consejos para los adultos que acompañan en esta formación de las emociones. Se concluye con una invitación de Vang Gogh: “No olvidemos que las pequeñas emociones son los grandes capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin darnos cuenta”.

 

Referencias:

 

López Cassà, Èlia (2011) Educar las emociones en la infancia (de 0 a 6 años). Reflexiones y propuestas prácticas. Wolters Kluwer España, Madrid

Bisquerra, R. y Pérez Escoda, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación XXI.

Bisquerra, R. (2009). Psicopedagogía de las emociones. Madrid: Síntesis.